AMAÑOS


COSAS DE TINO

Las grandes ferias que había en nuestro entorno hace unos años, los Santos en Gera, Maricalva en el Alto de Sabadell, San Jose en Tineo, San Francisco, también en la villa, Tuña, Navelgas y hasta Barcena tenian ferias en las que la gente pretendía sacar lo más que podía por lo que vendía y pagar lo menos posible por lo que compraba.

La gente que venia de afuera a estas grandes ferias hacía multitud de tratos y no era inusual tener algún amigo que visto el interes de un paisano por una vaca o un xato entraba al juego de manera teatrera subiendo un poco el precio que ofrecía el foraneo, era una manera de animar la venta y de subir el precio. Otra cosa era la de dar vueltas por la feria e ir viendo lo que te interesaba, sobre todo los tratantes. Si el paisano no la daba a la primera, no habría perdida, luego vuelvo y veo como te va, a la vuelta podría ocurrir que nadie más le preguntase por la res, o por el contrario que ya existiese competencia en la compra. El tratante viendo el talande de fuerza o flojera del paisano ya sabía como actuar. Si al vendedor le habia visitado más gente al menos sabía que había cierto interés por lo que ese día llevaba. Los que entraban al  trato y juntaban las manos de los contendientes e intentaban partir las diferencias, si entraban a partir estaba la cosa, si uno no entraba, habría que esperar. A nivel local todo el mundo se conocía y era complicado ser anónimo, pero el teatro era siempre el mismo. El tratante marcaba el ganado que compraba y así si algun otro pasaba ya sabía quien había comprado la vaca o el xato, ahora creo que no llevan tijeras los tratantes, no hace falta marcar nada, para el paisano ver al tratante sacar las tijeras era que definitivamente le iba a dar lo que pedía y era habitual que el tratante dijera ¿marco la vaca o el xato? si era que si la cosa estaba terminada. En las ferias los tratantes que compraban mucho ganado tenian bastante ajetreo, en caso contrario si la cosa estaba tranquila se tomaba "La robla" que solía pagar el vendedor, si el trato era de un toro de muchos cuartos y había muchos espectadores y partidores la robla podía salir cara, jejeje, pero había de por medio un buen fajo de billetones.

Cuando no se vendía o no se vendía todo habría que volver a casa con el ganado sobrante, mi padre me decía que en esos momentos de terminar la feria algunos tratantes todavía le daban un último envite al paisano cuando del ramal llevaba la res de vuelta para casa, y no se descartaba que el ramal cambiase de mano.

Si un paisano llevaba a una feria de estas como Los Santos en Xera un par de toros imponentes y a media mañana lo veias con las cabezadas en la mano, era todo el mundo sabedor de que llevaba un buen fajao de billetones encima, bien ataos con una cuerda y la chaqueta cerrada a cal y canto, jejejeje que bueno.

 SALUD Y SUERTE

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