DERROUCAR


 

COSAS DE TINO

Época de escuela para los niños, mis recuerdos se van a mi escuela en el pueblo de Riocastiello. En la escuela de niños recuerdo a muchos que hoy son hombres, padres y también abuelos, de Riocastiello, del Prao, de la Fanosa, del Rechón, del Mazo de Recorba, de Ceceda y de Recorba. Éramos un gran montón de críos, unos aprendíamos con otros y pasado un tiempo enseñabas algo si sabías al de al lado, desde los 4 o 5 años hasta los 14 o 15 había en todos los tramos de edad, agrupados por edades parecidas para poner algo a cada grupo, no mucho, la mañana se iba más bien en reñir, reprender y alguna que otra pelea. Mis recuerdos se van a la parte que no era dentro del recinto de la escuela, me gustaba que llegase la tarde para ir a derroucar los pozos con Julia, con Sandalio o con ambos, a la vuelta del prao de la Vachina en esta época algo de verde, manzanas, que manzanas tan ricas, este extraordinario matrimonio sabía cuando había que coger cada árbol, de muy diferente forma y sabían cuales se podían dejar en el árbol y cuando las habría que llevar para casa. Tenian un sitio donde las manzanas entre paja resistían mucho tiempo y daban un olor tan bueno que es difícil de describir. Algunas veces los temporales, que entonces no tenían nombre tiraban más de la cuenta y había que cogerlas sí o sí. Algunas veces cuando salía de la escuela no encontraba a Julia ni a Sandalio y me iba solo al prao, mas de una vez me dediqué a derroucar los pozos por mi cuenta, las regañinas eran suaves por parte de ellos, y lo que más les preocupaba era que pudiera caer en el pozo grande.

El otro día segando alrededor de las colmenas apareció verde de distintas clases, todos los llevaba bastante bien el rozón, menos uno que Julia llamaba “outoño carrizo” que es bajo y bastante duro de pelar, en la Vachina tenían zonas pendientes que daban de este outoño carrizu, malo de segar pero una vez en el peselbe de las vacas lo comían a las mil maravillas. Si llovía entonces mi gran entretenimiento era hacer pozos, cuantos pozos de todo tipo, si había lluvia varios días salía alguna fuente en sitios que yo sabía y guiaba el agua hasta el pozo, bien lleno y cuyo único placer era derroucarlo y ver el agua correr camino abajo.

Salud y suerte

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